miércoles, 13 de febrero de 2013

La luz del pontificado de Benedicto XVI nos llega a todos nosotros como una estrella brillante - Mons. José Luis Mollaghan


Rosario, 11 de febrero de 2013
A los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos
El Santo Padre Benedicto XVI, durante el Consistorio Ordinario Público del 11 de febrero de2013, ha anunciado que renunciará al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, a partir del 28 de febrero de 2013, a las 20:00 horas de Roma.
El Santo Padre afirmó que, después haber examinado ante Dios reiteradamente su conciencia, ha llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, no tiene fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Por eso la sede de San Pedro quedará vacante y deberá ser convocado el Cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Por este motivo, hoy es un día muy particular para la Iglesia católica, y para el mundo; ya que de este modo hemos conocido la próxima renuncia de Su Santidad el Papa Benedicto XVI al ministerio de Obispo de Roma y sucesor del San Pedro. Seguramente cada uno de ustedes está profundamente conmovido por esta noticia como yo mismo, ya que la luz de su pontificado nos llega a todos nosotros como una estrella brillante, con su cercanía de padre y su magisterio luminoso.
Además de los hondos sentimientos que experimentamos, confiamos que esta decisión suya brota de su sabiduría y de su corazón humilde; y por ello los invito en nombre propio y de todo el Arzobispado a unirnos a sus intenciones, elevar oraciones y súplicas agradeciendo a Dios nuestro Señor por el paterno servicio que el Santo Padre presta a la Iglesia, así como lo hizo en los ocho años de su Pontificado, y encomendar al querido Santo Padre Benedicto XVI.
Al mismo tiempo les ruego pedir por el próximo Cónclave, cuya delicada misión será la de elegir al Sucesor de San Pedro para guiar la Nave de la Iglesia; con la seguridad y confianza de que la Iglesia está viva y es joven. Como nos enseñaba el mismo Santo Padre Ella está viva porque Cristo está vivo, porque Él ha resucitado verdaderamente. Ella lleva consigo la misión encomendada por Jesús, y nos señala el camino futuro (cfr. Benedicto XVI, 22.IV.2005).
Como concluye el Santo Padre : “Ahora, confiamos al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mí respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria” (11.II.2013).
Por ello le ruego particularmente que en las próximas celebraciones se pida en las Oraciones de los fieles por las intenciones del Santo Padre Benedicto XVI ; y se implore al Espíritu Santo por la próxima elección del Sucesor de San Pedro.
Los saludo cordialmente y bendigo.

+José Luis Mollaghan

Arzobispo de Rosario

 

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