viernes, 1 de marzo de 2013

Poesía sobre el Papado - P. Leonardo Castellani

El Papado

Extraña, vive Dios, la dinastía
que fundó un pescador en Galilea.
Sin armas, a las armas desafía
y es débil e inmortal como una idea.

A sus pies ¡las catervas, a porfía
la asaltan con el hacha y con la tea
y ella de noche reza; y luego el día
a enterrar sus émulos emplea.

No hay otra tal en todas las edades
que a tanto golpe y tal furor se avece (1)
con tanta fuerza pertinaz e interna;

que contraste tan duras tempestades
y tan gallardamente se enderece
tranquila, intacta, inconmovible, eterna !

Como aquellas pirámides triunfantes
clavadas como líbicos peñones
ven pasar a sus plantas, incesantes,
las oleadas de mil generaciones.

Ramsés, Cleopatra, Antonio, coruscantes (2)
Cruzados, Saladino, los Borbones,
Napoleón con sus tropas fulgurantes
y míster Roosevelt, cazador de leones,

todo fue y ellas son… así el Papado
pirámide de luz de bases dobles
cuyo ápice se yergue hasta la gloria

sobre Pedro, que es Piedra, sustentado
ve desfilar ante sus pies inmobles (3)
la larga caravana de la Historia…

Y cuando de este siglo diamantino
queden ruinas no más, y medios arcos
y se hable de Venecia y de San Marcos
como hoy de Menfis y del Sesostrino.

Cuando el turista zelandés o chino
venga a mirar curioso los arcaicos
restos de Londres, o a buscar mosaicos
del Louvre, en el desierto parisino,

un Vicario de Cristo, todavía
en medio de otros pueblos y otros nombres
y sin sombra de ruina ni desmedro
levantará la mano dulce y pía
bendiciendo a los hijos de los hombres:
el sucesor milésimo de Pedro.

Jerónimo del Rey
(Leonardo Castellani)

Colegio del Salvador: Buenos Aires, 20 / 5 / 1924.

(1)    Avezar: acostumbrar.
(2)   Coruscante: que brilla
(3)    Inmoble:  que no puede ser movido.

1 comentario:

  1. Admirable como siempre, el entonces joven Seminarista de la Compañia de Jesus, Don Leonardo Castellani Contepomi.

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