viernes, 20 de septiembre de 2013

Novena a Santa Teresita del Niño Jesús con sus propios textos

NOVENA A
SANTA TERESITA

DEL NIÑO JESÚS
(CON TEXTOS ESCRITOS

POR LA SANTA)
 

ORACIÓN INTRODUCTORIA
Dulce Jesús mío, Redentor nuestro, deseosos de amaros e imitaros, nos ponemos ante la imagen de Santa Teresita del Niño Jesús, que encontró la santidad en las palabras: "El que sea pequeño, que venga a Mí", y os rogamos nos favorezcas con la humildad, sencillez y modestia de esta santa.

Gloriosa Santa Teresita del Niño Jesús, confiados en tus palabras: "pasare el Cielo haciendo el bien en la tierra", te pedimos que recibas nuestras súplicas y las presentes ante Cristo Jesús, para que sean favorablemente atendidas. Amén.

 
ORACIÓN FINAL

¡Oh, bienaventurada Teresita del Niño Jesús!, tú brillaste por la fe ardiente de tu entendimiento, por la heroica virtud de la esperanza que te animó siempre a ser una gran santa, y por el fuego del amor de Jesús.

Tu vida fue un milagro de santidad y una revelación para que, por tu camino de la infancia espiritual, todos sepamos llegar al Cielo llenos del mérito de las obras pequeñas.

Haz que nuestra admiración a tus virtudes convierta en eficaces los deseos de imitarte. Derrama sobre nosotros tu Lluvia de Rosas para que caminemos rectos y seguros en la verdadera felicidad y gustemos en la Tierra de las dulzuras de la gloria eterna. Amén.

 
Día primero
UNOS PADRES INCOMPARABLES

"Tengo la dicha de haber tenido unos padres incomparables que nos rodearon de las mismos cuidados y del mismo cariño.

Mamá tenía la costumbre de ir a Misa de 5:30 de la mañana. Rezaba todos los días al ángel de la guarda y a las almas del purgatorio. Nos hacía rezar todos los días, y toda la familia iba a Misa el domingo.

Con una forma de ser como la mía, si hubiera sido educada por unos padres sin virtud, o incluso si hubiese sido mimada por Luisa (la niñera) como lo fue mi hermana Celina, habría salido muy mala, y tal vez hasta me hubiese perdido.

Los defectos corregidos a tiempo sirvieron para crecer en la perfección, y como no tenía más que buenos ejemplos a mi alrededor, quería seguirlos como la cosa más natural del mundo.

Por las tardes me iba a dar un paseito con papá y hacíamos juntos una visita al Santísimo Sacramento.

Papá me decía que escuchara bien los sermones. Le gustaba siempre abismarse de las verdades eternas, y a veces sus ojos se llenaban de lágrimas al escuchar al predicador".
 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
Pídase la gracia que se desea alcanzar por intercesión de Santa Teresita.


 

Día segundo

UN CAMINITO TOTALMENTE NUEVO

"Siempre he deseado ser santa. Cuando me comparo con los santos no me desanimo, pues a pesar de mi pequeñez puedo aspirar a la santidad.

Agrandarme es imposible, tendré que soportarme tal cual soy con todas mis imperfecciones, pero quiero buscar la forma de ir la cielo por un caminito muy recto y muy corto, por un caminito totalmente nuevo.

El caminito de la infancia espiritual es el camino de la confianza y del total abandono.

El único modo de demostrar mi amor a Jesús es no dejando escapar ningún pequeño sacrificio, ninguna mirada, ninguna palabra, aprovechando la más pequeñas cosas y haciéndolas por amor a Jesús.

Yo quisiera encontrarme un ascensor para elevarme hasta Jesús, pues soy demasiado pequeña para subir la dura escalera de la perfección.
Este ascensor son los brazos de Jesús. Y para eso no necesito crecer, al contrario, tengo que seguir siendo pequeña, pequeña, tengo que empequeñecerme más y más".

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Pídase la gracia que se desea alcanzar por intercesión de Santa Teresita.

 

Día tercero

SER PEQUEÑO

"Permanecer como niñito a los ojos de Dios es reconocer su propia nada, esperarlo todo de Dios como un niñito espera todo de su padre…

Aún en las casas de los pobres se da al niño lo que necesita, pero en cuanto se hace mayor, su padre se niega a alimentarlo y le dice, ahora trabaja, puedes bastarte a ti mismo. Yo no he querido crecer, precisamente para no oír eso, sintiéndome incapaz de ganarme la vida, la vida eterna del cielo.

He permanecido, pues, siempre pequeña, sin otra ocupación que la de recoger flores, las flores del amor del sacrificio, ofreciéndoselas a Dios para su recreo.

Arrojar al amado Jesús las flores de los pequeños sacrificios, ganarle con caricias. Así le he ganado yo, y por eso seré bien acogida.

Ser pequeño significa, además, no atribuirse a sí mismo las virtudes que se practican, creyéndose capaz de algo, sino reconocer que Dios pone ese tesoro en la mano del niñito para que se sirva de él cuando lo necesite, pero es siempre el tesoro de Dios.

Por último, es no desanimarse por las propias faltas, porque los niños caen a menudo, pero son demasiado pequeños para hacerse daño".

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Pídase la gracia que se desea alcanzar por intercesión de Santa Teresita.

 

Día cuarto

¡MI VOCACIÓN ES EL AMOR!

"El apóstol San Pablo explica como todos los carismas, aun los más perfectos, nada son sin el amor. Afirma que la caridad es ese camino inigualable que conduce a Dios con total seguridad.

La caridad me dio la clave de mi vocación.

Comprendí que si la Iglesia tenía un cuerpo compuesto de diferentes miembros, no podía faltarle el más necesario, el mas noble de todos ellos. Comprendí que la Iglesia tenía un corazón y que ese corazón estaba ardiendo de amor.

Comprendí que sólo el amor podía hacer actuar a los demás miembros de la Iglesia; que si el amor llegara a acabarse, los apóstoles no anunciarían el Evangelio y los mártires se negaría a derramar su sangre.

El amor encierra en si todas las vocaciones, el amor lo es todo y abarca todos los tiempos y lugares. En una palabra, el amor es eterno.

Al borde de mi alegría delirante, exclamé: ¡Jesús, amor mío, al fin he encontrado mi vocación! ¡Mi vocación es el amor! Sí, he encontrado mi puesto en la Iglesia. En el corazón de la Iglesia, mi madre, yo seré el amor. ¡Así lo seré todo!".

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Pídase la gracia que se desea alcanzar por intercesión de Santa Teresita.

 

Día quinto

LAS MÁS DENSAS TINIEBLAS

"Durante los días tan gozosos del tiempo pascual, Jesús me hizo conocer por experiencia que realmente hay almas que no tienen fe, y otras que por abusar de la gracia pierden ese precioso tesoro, fuente de las únicas alegrías puras y verdaderas.

Permitió que mi alma se viese invadida por las más densas tinieblas y que el pensamiento del cielo, tan dulce para mi, solo fuese en adelante motivo de lucha y de tormento.

Que Jesús me perdone si le he disgustado. Pero Él sabe muy bien que aunque yo no goce de la alegría de la fe, al menos trato realizar sus obras.

¡Es tan dulce servir a Dios en la noche, si no tenemos más que esta vida para vivir la fe!.

A pesar de esta prueba que roba todo el goce, aún puedo exclamar:

¡Tus acciones, Señor, son mi alegría! (Sal. 91)

Cuanto mas íntimo es el sufrimiento, tanto menos aparece a los ojos de la criaturas y más te alegra a Ti, Dios mío".

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Pídase la gracia que se desea alcanzar por intercesión de Santa Teresita.

 

Día sexto

LAS ARMAS INVENCIBLES

"Tenía que pasar por el crisol de la prueba y sufrir desde mi infancia para poder ofrecerme mucho antes a Jesús. No pensaba, entonces, que para llegar a la santidad hay que sufrir mucho. Dios no tardó en demostrármelo.

Sentí nacer en mi corazón que Jesús me tenía reservado un gran número de cruces. El día de mi Confirmación recibí la fortaleza para sufrir.

Jesús me hizo comprender que las armas quería dármelas por medio de la cruz, y mi anhelo de sufrir creció a medida que aumentaba el sufrimiento.

Durante cinco años este fue mi camino.

Ya no deseo ni el sufrimiento ni la muerte, aunque sigo amándolos a los dos… pero es el amor lo único que me atrae.

Toda mi fuerza se encuentra en la oración y en el sacrificio, que son las armas invencibles que Dios me ha dado y logran mover los corazones mucho más que las palabras.

He hallado la dicha y la alegría en la tierra, pero ha sido únicamente en el sufrimiento".

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Pídase la gracia que se desea alcanzar por intercesión de Santa Teresita.

 

Día séptimo

QUE SEA ÉL QUIEN VIVA

"A veces, cuando mi espíritu está tan seco que me es imposible sacar un solo pensamiento para unirme a Dios, rezo muy despacio un Padrenuestro y luego la Salutación Angélica.

Entonces, estas oraciones me encantan y alegran mi alma mucho más que si las rezara precipitadamente un centenar de veces.

Yo le pido a Jesús que me atraiga a las llamas de su amor, que me una tan íntimamente a Él, que sea Él quien viva y quien actúe en mí.

Jesús me alimenta momento a momento con un alimento totalmente nuevo, que encuentro en mí sin saber de donde viene. Creo que Jesús mismo, escondido en el fondo de mi pobre corazón, es Quien me concede la gracia de actuar en mí y Quien me hace descubrir lo que Él quiere que haga cada momento.

Lo que me sustenta en la oración por encima de todo es el Evangelio, en él encuentro todo lo que necesita mi pobre alma.

A Jesús nunca le he oído hablar, pero siento que está dentro de mí y me inspira lo que debo decir o hacer".

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Pídase la gracia que se desea alcanzar por intercesión de Santa Teresita.

 

Día octavo

COMO YO LE AMO

"Me sentía devorada por la sed de almas. No eran todavía las almas de los sacerdotes las que me atraían, sino las de los grandes pecadores; ardía en deseos de arrancarlas del fuego eterno…

El único fin de nuestras oraciones y de nuestro sacrificio es ser apóstoles, rezando por ellos (los sacerdotes) mientras evangelizan a las almas con su palabra y sobre todo con su ejemplo.

A pesar de mi pequeñez, quisiera iluminar a las almas. Quisiera recorrer la tierra, predicar tu nombre Señor, y plantar en el suelo infiel tu cruz gloriosa.

Pero una sola misión no me sería suficiente: querría anunciar al mismo tiempo el Evangelio en los cinco continentes y hasta en las islas más remotas, querría ser misionera… hasta la consumación del mundo.

Siendo que voy a entrar en el descanso… Pero siento, sobre todo, que mi misión va a comenzar, mi misión de hacer amar a Dios como yo le amo, al entregar mi pequeño camino a las almas.

Si Dios escucha mis deseos, mi cielo lo pasaré haciendo el bien en la tierra".

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Pídase la gracia que se desea alcanzar por intercesión de Santa Teresita.

 

Día noveno

LA MAS TIERNA DE LAS MADRES

"La Santa Virgen es nuestra Madre, y Ella no nos abandonará jamás en cualquier estado en que nos encontremos.

Desanimarnos sería injuriarla, porque si no la olvidamos, podemos estar seguros del salvarnos.

La Santísima Virgen me hizo sentir que había sido realmente Ella quien me había sonreído y curado.

Comprendí que velaba por mí y que yo era su hija; y que, entonces, yo no podía darle otro nombre el de "mamá", que me parecía mucho más tierno que el de madre.

¡Con que fervor le pedí que me amparara siempre y que convirtiera pronto mi sueño en realidad, escondiéndome a la sombra de su manto virginal!.

La Santísima Virgen nunca deja de protegerme en cuanto la invoco.

Si me sobreviene una inquietud o me encuentro en un aprieto, me vuelvo rápidamente hacia ella y siempre se hace cargo de mis intereses, como la más tierna de las madres".

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Pídase la gracia que se desea alcanzar por intercesión de Santa Teresita.

 

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