miércoles, 23 de julio de 2014

Aunque todos yo no (11) - Beato Manuel González García

2.- LA PROPAGACIÓN
 
   Echadas a volar algunas de las anteriores ideas siendo yo Arcipreste de Huelva, en mi GRANITO DE ARENA, quise contras­tarlas con el sello de la autoridad eclesiástica, para seguridad mía y fecundidad de ellas, y escribí a mi amadísimo Prelado y a todos los venerables Prelados españoles, expo­niéndoles el proyecto y pidiéndoles, caso de merecer su aprobación, la divulgación de la Obra por sus Boletines y su implantación mediante el nombramiento de Directores diocesa­nos.
   El éxito más lisonjero respondió a mis cartas.
   Casi todos los señores Obispos contestaron aprobando con elogio e interés la Obra de Las Tres Marías y se dignaron enviarme los Boletines en que la daban a conocer. Y otros además, nombraron Directores diocesanos para la propaganda y establecimiento de la Obra.
   Entre todos debo y quiero hacer especial mención del que fue mi amadísimo Prelado, el llorando Cardenal Almaraz, por la pronta y expresiva aprobación que dio a la Obra en el Boletín Eclesiástico de la diócesis.
 
   Del Boletín eclesiástico de la diócesis de Sevilla:
 
   "Desea el Rvdmo. Prelado que los señores curas párrocos acojan el pensamiento de la Obra de las Tres Marías, del señor Arcipreste de Huelva. Pues con ser tan sencillo y de tan fácil ejecución, es un medio eficacísimo para estimu­lar la piedad y hacer que los pueblos vivan del espíritu de fe, acompañando al Divino Prisionero, que se ha quedado en los Sagrarios por amor a los hombres".
 
   La Obra, pues, estaba bien nacida, bautizada y confirma­da.
   Copié en hojas sueltas los artículos de Él GRANITO DE ARENA con la noticia de la Obra, y con la bendición del Divino Sembrador, empecé a sembrar hojas por toda España, Portugal y la América latina.
   En poco tiempo, se repartieron cuarenta y cinco mil hojas de propaganda de la Obra.
   Después, ¿quién podría contar el número? Hoy ascienden a millones.
   ¡Y cuánto tengo que bendecir al Corazón Eucarístico de Jesús por las respuestas recibidas! ¡Con qué prontitud, ardimiento y delicadeza ha respondido el amor dolorido por el abandono de los Sagrarios!
   Lo confieso ingenuamente, más de una vez han acudido a mis ojos lágrimas de gozo y consuelo a un tiempo, al leer cartas de párrocos de pueblos, de corazones de piedra para con Jesucristo y su cura, pidiéndome angustiosamente Marías que siquiera en espíritu, acompañen sus Sagrarios tan solos y tan tristes. O almas ignoradas de religiosas y seglares que ofrecen sacrificios y trabajos heroicos para calentar los Sagrarios fríos. De niños y niñas que se constituyen en los únicos adoradores y visitadores de los Sagrarios de sus parroquias. O de enfermos impedidos que, no pudiendo perso­nalmente ir a ningún Sagrario, piden uno para acompañarlo con sus actos de amor, paciencia y ofrecimiento resignado de sus penas y males.
 
   Sí, bendito mil y mil veces sea el Corazón Eucarísti­co de Jesús por esas manifestaciones de amor sufrido, callado, generoso, magnánimo, de tantos corazones heridos por la pena de los abandonos que Él padece.
   Posteriormente han caído sobre nuestra Obra las recomenda­ciones más calurosas y decididas de los Congresos Eucarísti­cos Internacionales de Madrid, Viena, Malta, Lourdes y otros más recientes a más de no pocos nacionales y regionales.
   Con motivo de la celebración del primer Congreso Catequís­tico de Valladolid, a los tres años de fundada la Obra, tuve el inmenso gusto de reunir por dos veces a más de treinta Directores diocesanos y a más de mil Marías de toda España, tomando acuerdos muy trascendentales para la buena marcha de nuestra Obra y de modo parecido, aunque con mucho mayor número, en el Congreso Eucarístico Nacional de Toledo en 1926.
  
   El Episcopado y las Marías
 
   Muy pocos datos necesito citar para demostrar hasta la evidencia, la benevolencia y más el cariño con que los Rvdmos. Prelados miran y tratan nuestra Obra.
   1º En los doce años, que al publicar por primera vez estas líneas llevaba la Obra de vida pública, se habían fundado en España, con la aprobación y en muchos casos a petición de los Rvdmos. señores Obispos, Centros diocesanos en casi todas las diócesis.
   2º En las solemnes fiestas de bendición e imposición de insignias a las Marías verificadas hasta ahora, los señores Obispos respectivos, han querido dar una prueba de su amor a la Obra, celebrando ellos mismos de pontifical la ceremonia, y la santa Misa de Comunión y dirigiendo su autorizada palabra, así como presidiendo sus juntas generales.
   3º Sé que hay Prelados que encargan a sus misioneros propaguen y fomenten esta Obra en sus misiones y todos han concedido gracias e indulgencias por las prácticas y devocio­nes de la misma.
   ¡Cuánta seguridad y cuánta fecundidad da a nuestra amada Obra, esa aprobación y ese cariño de los Pastores de la Iglesia! El llorado Cardenal Aguirre, Primado de España, dijo: A las Marías está reservada la reconquista de España para Jesucristo.
 
 
   Los párrocos y las Marías
 
   Puesto a decir la verdad, con la que quiero vivir desposa­do, manifiesto sinceramente que al dar los primeros pasos, nuestra Obra tropezó en algunas partes con algo de reserva o prevención de los párrocos. Pero con la misma sinceridad debo confesar que el celo discreto y perseverante de las Marías, y el más claro conocimiento que de la misión de éstas fueron adquiriendo los párrocos celosos, disiparon pronto los recelos y hoy en esos mismos pueblos, son recibi­das y estima­das las Marías, no como policías que van a fiscalizar la acción del párroco, ni como mandonas que van a disponer a su antojo, sino, como Marías que van detrás del párroco como iban las del Evangelio detrás del Señor, para ayudarle, servirle, consolarle y, cuando otra cosa no puedan, llorar con él.
   Gracias a Dios, nuestros párrocos conocen, desean y aman la Obra de las Marías. ¡Cuántas cartas, cuántos testimonios poseo del agradecimiento que le tienen, del consuelo, auxilio y frutos que de ella reciben.
 
 
   Una dificultad
 
  En mis viajes de propaganda he podido observar que casi la única dificultad y más que dificultad recelo que impide a algunos espíritus rectos, entusiasmarse con nuestra Obra es el agobio que dicen que padecemos de Obras nuevas, contando la nuestra en el número de Obras nuevas.
   Dejando para otro lugar discutir la conveniencia de oponer a tanto mal nuevo remedios nuevos, contesto sólo aquí al recelo aquél diciendo que las Marías en la Iglesia no son nuevas. Son antiguas como el Evangelio. Lo nuevo ha sido, y a nosotros nos ha tocado el triste privilegio de verlo y sentirlo, el que no las haya; el que esté Jesucristo sin Marías en su vida de Sagrario. Y a eso viene esta Obra, a procurar que haya junto a Jesús Sacramentado lo que siempre hubo: Marías...
   La Obra de las Marías, nació en la fidelidad de Galilea. Se bautizó en las lágrimas de la calle de la Amargura. Se confirmó en la sangre del Calvario. Y se perpetuó en el amor de la Eucaristía...
   Ya ven si es antigua nuestra Obra. Por esa razón no admito que me digan que yo he sido quien la ha fundado, sino quien por misericordia de Dios la ha echado de menos...
 
 
Órgano
 
    La Obra tiene por órgano oficial en la prensa la revista EL GRANITO DE ARENA que escribí y publiqué primero en Huelva, después en Málaga y ahora en Palencia 1.
     
  
3.- ORGANIZACIÓN
 
   Esta Obra es una Pía Unión con un Moderador general para todo el mundo. Tiene carácter diocesano. Y está sometida en cada diócesis al respectivo Ordinario.
   A éste compete el nombramiento de Director diocesano y la erección canónica, así como el permiso en cada enfermedad,  para el uso del gran privilegio pontificio del altar Portátil a las Marías enfermas 2.
   Al Moderador General compete señalar las condiciones esenciales de la Obra. Tomar las medidas necesarias para la conservación e intensificación del espíritu de la misma. Llevar registros generales de Directores y Centros. Él archivo y estadísticas. Fomentar la propaganda y fundación de nuevos Centros. Y cuanto exija el bien general de la Pía Unión.
   Al Director diocesano corresponde nombrar su Junta auxiliar en la capital y directores arciprestales y locales en los pueblos; firmar patentes; admitir; presidir las Juntas, etc., etc. 3
 
 
4.- LOS DISCÍPULOS DE SAN JUAN
 
   Nacieron poco después de las Marías.
   Un fervoroso novicio benedictino, enterado de la Obra por Él GRANITO DE ARENA y entusiasmado por ella, me escribió con permiso de sus superiores, pidiéndome el puesto de san Juan Evangelista para él y sus connovicios que estaban ansiosos de acompañar en espíritu los Sagrarios-Calvarios que se les designaran.
   Mi respuesta, como es de suponer, fue afirmativa y desde entonces comencé a proponer el puesto de san Juan a los hombres y a pedirles que se hicieran Juanes de esos Sagra­rios-Calvarios.
   Aunque su propagación no ha corrido pareja con la de las Marías, pues parece que se sigue conservando para nosotros, los hombres, la triste proporción de un Juan por tres Marías del Calvario, no deja de extenderse con solidez de cimientos y eficacia de frutos.
   Ya son muchos los Centros que se glorían de tener sus grupos de Discípulos de san Juan sacerdotes y seglares.
   Rama de estos Centros y muy frondosa por cierto, es la Obra de los Discípulos de san Juan Seminaristas que durante el curso con la compañía espiritual y en las vacaciones con sus trabajos de propaganda y reparación eucarísticas están poblando no pocos Sagrarios y adiestrándose para luego ser sacerdotes eucarísticos, penetrados del odio al abandono del Sagrario.
   Así como a las Marías les ha nacido un tercer grupo, las Marías Nazarenas, a los Discípulos de san Juan les ha nacido en el año 1918, otro tercer grupo de Discípulos de san Juan, los sacerdotes Misioneros Eucarísticos Diocesanos, que al estilo de aquéllas viven en comunidad, con el espíritu de una hermosa vida apostólica.
   Los horribles desastres que desde el año 1931 hasta el cautiverio por los rojos, cayeron sobre la desgraciada Málaga, disolvieron esta Obra de Misioneros Eucarísticos Diocesanos que tantos frutos había producido. No pierdo la confianza en el Corazón de Jesús que la resucitará.
 
 
5.- LOS NIÑOS REPARADORES
 
    Para reparar el mal de los Sagrarios sin niños y de los niños sin Sagrario, agravado por los tiempos que hemos padecido de escuelas laicas y guerras a las almas de lo pequeñuelos, propuse a las Marías, al comenzar el año 1934, la formación de grupos de Niños y Niñas Reparadores de aquel doble mal, reorganizando así y dando una nueva forma a aquellos «Juanitos» que en el año 1912 fundara en las Escuelas de Huelva y que con el mismo nombre se organizaron por entonces en otras poblaciones. Esta rama infantil de nuestra Obra, será además, el plantel de donde salgan los genuinos Discípulos de san Juan y Marías, formados desde pequeñitos en el conocimiento, amor y vida del Sagrario y en la reparación de sus abandonos.
 
 
   Sus obligaciones
 
   Como mínimo se les exige la Comunión sacramental semanal y la Comunión espiritual y visita personal al Sagrario diarias, rezando sus preces propias. Como máximo, la Comunión sacramental y una decena del rosario diarias, pequeños sacrificios frecuentes y reparadores, apostolado eucarístico entre sus compañeros y cuanto se le ocurra a un corazón puro, enamorado por Jesús. Tienen su insignia, normas y revista propias.
 
 
   Expansión y frutos
 
    Los frutos de esta Reparación Infantil no se hicieron esperar: por todas las regiones de España comenzaron a surgir grupos de Niños y Niñas Reparadores, especialmente en los pueblos, donde en no pocos son ellos el consuelo de Jesús y del párroco, supliendo ausencias y abandonos de los mayores. Pronto los establecieron también en México, Venezuela y otras naciones americanas. Y hasta en Holanda contamos con otro simpático grupo. A pesar de ser obra de selección, suman ya varios miles y el fervor y entusiasmo con que hacen sus Comuniones y visitas, sus sacrificios, en número verdadera­mente asombroso y aleccionador para los no niños, sus viajes con las Marías a otros pueblos de Sagrarios menos acompaña­dos, y su apostolado y buenos ejemplos, están dando al Corazón de Jesús alegrías muy grandes y compensadoras y atrayendo sus más ricas bendiciones.
   Visto el incremento que tomaba esta "infancia eucarística" y con objeto de ayudar a su formación, propaganda y mutuas relaciones y estímulos, se comenzó a publicar en enero de 1937, como suplemento de Él GRANITO DE ARENA, el periodiqui­llo ilustrado REINE (Reparación Infantil Eucarística) que ha sido acogido con enorme interés no sólo por nuestros Niños Reparadores, sino por otros muchísimos pequeñuelos de catequesis y escuelas 4.
 
6.- LOS ASPIRANTES 5
 
   Nos complacemos en afirmar que en septiembre de 1940, la creación del Aspirantado ha sido acogida con entusiasmo y que todos los Centros lo van organizando obteniendo preciosos frutos de estos grupos selectos de juventud, sólidamente formados en el espíritu de reparación eucarística de nuestra Obra.
 
 
   El porqué de esta sección
 
   Las circunstancias de los tiempos y el espíritu de nuestra Obra, hicieron ver a nuestro venerado Padre Fundador, de santa memoria, la necesidad de organizar aparte, como grupo infantil dentro de nuestra querida Pía Unión, a los niños y niñas selectos para que vivan el espíritu eucarístico reparador. Surgieron los Niños Reparadores. Pero éstos crecen y llegan a la edad tan delicada y tan necesitada de forma­ción, en la que ni se les puede creer con la consistencia debida para perseverar en las obligaciones que nos impone el desagravio y la reparación a que hemos sido llamados los Discípulos de san Juan y las Marías, podemos contarlos ya entre los pequeños y pequeñas de la Reparación Infantil Eucarística. 
   Ante esto, se crea una sección intermedia de los que han sido Niños Reparadores, y que comprende desde los catorce a los dieciocho años, aproximadamente. Pueden pertenecer también los jóvenes (de ambos sexos), comprendidos en la edad señala­da, aunque antes no hayan formado parte de la R.I.E. Este proyecto que nuestro amadísimo Prelado Fundador aprobó con satisfacción entre el sufrir de la enfermedad que nos lo llevó, se ha convertido en una realidad.
 
 
   Obligaciones y prácticas del Aspirantado
 
   Teniendo en cuenta que es un grado intermedio entre Niños Reparadores y Marías y Discípulos de san Juan, y, lo que a éstos se les pide, han de tender estos Aspirantes a la Comunión diaria o, por lo menos, frecuente, entendiéndose por ésta, tres veces en semana.
   Hacen la visita diaria al santísimo.
 
Notas:
  1 Actualmente, tanto la Redacción como la Administración de EL GRANITO DE ARENA, residen en: Calle Tutor 15-17; 28008 MADRID.
   2 Después del Concilio Vaticano II, no es necesario pertenecer a la Obra de las Marías, para conseguir el permiso de que celebren la santa Misa en la habitación de un enfermo.
   3 Véanse los Estatutos de la Obra de los Sagrarios-Calvarios, renovados en la forma de organización y gobierno para su adaptación a las orientaciones del Concilio Vaticano II. Al conjunto de todas las ramas de la Obra de los Sagrarios-Calvarios, se le designa ahora: UNIÓN EUCARÍSTICA REPARADORA (UNER). Las distintas secciones son: Marías de los Sagrarios; Discípulos de san Juan; JER (Juventud Eucarística Reparador); RIE (Reparación Infantil Eucarística); Institución de Misioneras Auxiliares Nazarenas.
  4 Actualmente en vez de llamarse REINE, esta revista infantil, se llama R.I.E.
   5 Este Aspirantado es hoy la JER (Juventud Eucarística Reparadora), con su organización renovada según las directrices del Concilio Vaticano II.
 
 


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